No veo a la gente, corriendo deprisa.
No veo a los coches, con sus conductores ansiosos,
ansiosos por salir.
Veo unos ojos, que me miran, unos ojos, que me hablan.
Me cuentan historias, historias ya escuchadas.
Tan sinceros, tan misteriosos, ¿qué esconderán?
Creo entenderlos.
Veo una sonrisa, tímida.
Unos labios, se mueven, quieren hablar,
pero temen a luego no callar.
¿Quién es, quién me mira y me sonríe?
¿Quién es, quién me llama y me persigue?
Reflejo mío, dime, dime que te escucho,
dime que te oigo, dime que te veo,
dime que te siento.
Dime todo, pero no digas nada.