Otoño


Una, dos y hasta tres hojas caen.
Una tras otra, intento pisar.
El viento sopla ligeramente,
levantando las hojas, 
dejándolas caer en otro lugar.
Pierdo el paso. 

El cielo, aún despejado,
deja paso a la luna. 
Las noches, frías y largas, 
a veces, el día también. 

Los árboles pierden sus cobijas,
nada tras lo que esconderse. 
¿Será mejor? 
El viento frío me dice que no.
  

Una, dos y hasta tres gotas caen,
mojándome la cara.
Llega el otoño, y con él, la lluvia.
Borrando pasos ya caminados,
despejando el camino para nuevos.

Comencemos.